Diario de una mami primeriza que, con balbuceos y pequeños pasitos, se va adentrando en un mundo totalmente nuevo y maravilloso, ¡el mundo de la maternidad!



martes, 20 de septiembre de 2011

En contra de la lactancia materna OBLIGATORIA

Queridas madres y futuras madres,
la lactancia materna es maravillosa, es un acto especial y único en el que se comparten muchos sentimientos y sensaciones, te ríes, lloras de felicidad...
lloras de dolor, lloras por las dificultades que surgen y que no puedes solucionar, lloras por estar todo el día en casa sin vestirte con la teta fuera porque el niño quiere comer sin parar, pero a ratitos. Las madres tienen grietas de las que les sale sangre cada vez que dan el pecho, sufren mastitis dolorosísimas y peligrosas si no se tratan bien, etc. Y cuando para una madre, la lactancia es una pesadilla en vez de un momento especial y precioso, entonces, se la juzga por querer parar y se le niega la posibilidad de hacerlo. Estoy realmente indignada por la terquedad, testarudez y falta de tolerancia de algunos médicos, matronas, pediatras, y gente en general.
No hablo por mí, le he dado el pecho a mi hijo hasta los 5 meses, y lo he dejado porque al final siempre se quedaba con hambre y acabó por terminarse la leche. Sufrí mastitis, pero no sufrí el dolor de las grietas. Fui a una de las reuniones de un grupo de lactancia, y no volví más (en vez de un grupo de apoyo, os aseguro que parecía una secta, ya que la tolerancia es CERO con las madres que dan biberón). Tuve algún problemilla de actitud (mi bebé se retorcía y gritaba a veces cuando mamaba, y lo que le ocurría es que tenía sueño y no hambre) que mi matrona resolvió. He reído mucho dándole el pecho a mi bebé, por lo precioso y a veces gracioso que era, con su carita de pillín. Si tengo otro hijo, le daré el pecho de nuevo.
Hablo por las miles de madres a las que las juzgan tanto que acaban por sufrir depresión. Madres que realmente sufren (por distintos motivos) cada vez que tienen que darle el pecho a sus bebés, y sufren tanto que acaban odiando ese momento. ¿Por qué, entonces, algunos profesionales y algunas personas les niegan la opción de dar biberón? ¿vale más una madre con depresión que no quiere o puede cuidar de su recién nacido que da el pecho, que una madre feliz y tranquila dando biberón? ¿por qué si somos solidarios y aceptamos y aprobamos la lactancia materna, no lo somos con aquellas madres que no pueden, o simplemente no quieren, amamantar a sus hijos? ¿por qué esos extremismos tan poco solidarios?

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